Este título quizás sea algo atrevido, o capaz se vea ridículo a los ojos de un publicista; la harta repetida idea de que cada vez es más complicado alcanzar y seducir al consumidor con los mismos productos de toda la vida choca, necesariamente, con el planteamiento de que la publicidad se encuentra en una etapa soñada.
Cualquier creativo o director de medios podría decir que no le ve nada de soñado a tener que romperse el coco para parir una idea que, muy probablemente, sea rechazada por el gerente de Marketing de la compañía bajo la excusa de que es “demasiado fumada”, “incompatible con los lineamientos de la marca” (sobretodo cuando se trata de empresas nórdicas) o, como solemos escuchar los profesionales de medios, “no veo claro el R.O.I., mejor pon esa plata en Televisión abierta, en un 6x6 en un periodico y en una mención de Luis Chataing”. Frustrante.
Pero tranquilos muchachos, aún así hay mucha tela que cortar en este negocio, y a pesar de las limitaciones presupuestarias, y de que las mentes cuadriculadas de los “yuppies del marketing” nos empujen por el camino de la publicidad segura y tradicional, este es el mejor momento para estar en este negocio; y no lo digo yo, lo ha dicho un tal Bob Scarpelli, presidente de DDB Worldwide, quien estando de paso por Buenos Aires dijo en entrevista a Clarín (11/3/07) que era indispensable para las agencias publicitarias cambiar de paradigma, pues llegar a la gente no se trata ya de anuncios y tipos de anuncios, sino de “tener ideas totales que puedan vehiculizarse a través de multiplicidad de canales. E incluso crear nuevos medios, para crear así nuevas maneras de acercarnos a los consumidores”.
Tan convencido está este señor de la nueva realidad que asegura que su agencia no se define más como una agencia de publicidad, sino como “una gran cooperativa de ideas totales, una empresa de comunicaciones cuya función es llegar a la gente donde realmente está, y no donde nosotros creemos que está.”. Ojo pelao.
Estas palabras, viniendo de un tipo involucrado en la producción de la pieza publicitaria más parodiada de la historia, el “Whasaaaa?... just chillin’… havin’ a Bud” de Budweiser, deberían ser tomadas en cuenta por todo aquel que pretenda hacer algo importante por su marca: hacer que sobreviva en la memoria de la gente.
¿Cómo hacerlo? Ahí está el detalle, hay tantas formas como mentes en el mundo; la buena noticia es que la tecnología nos está ofreciendo una mano que no podemos despreciar, sólo basta una idea fumada que encaje con lo que quiere recibir la gente en ese preciso momento y ¡boooom! bienvenido a la era dorada de tu marca. Y si no, pregúntenle a quien dijo “just do it”.
La era dorada de la publicidad llegó para decirte que el “consumidor expectante” se puso su ipod y salió a vacilar “por ahí”, y que es tu trabajo utilizar toda la tecnología, el ingenio y los medios de que dispones (y si no crearlos) para encontrarlo, hacer que te pare b%#$ y decirle que tienes lo que él necesita… Entonces ánimo muchachos, que ahora es que hay trabajo para rato.
“Si no sabes dónde vas, cualquier camino puede llevarte”.
2007 Big Pappa