Todos somos testigos de las millonarias inversiones publicitarias que a lo largo y ancho de la ciudad capital realizan los anunciantes para dar a conocer o mantener la imagen de su marca.
Es impresionante cómo gran parte del parque de vallas se encuentra afectado por los actos beligerantes que realizan los ociosos callejeros a tempranas horas de la madrugada y cuyo amparo o indiferencia por parte de las autoridades competentes es descarado.
Son actos realmente dignos de admiración puesto que los citados agresores se ingenian las más premeditadas maniobras para pasar desapercibidos, se visten de “pavitos” para no ser reconocidos como “graffiteros” y se cuelgan de las gigantes vallas con todo un equipo de rapel que incluye las cuerdas y los mosquetones, un despliegue de cómplices apostados en las cercanías del lugar del hecho para “cantar la zona”, así como también llevan sus latas de spray y el ingenio con el cual realizan su arte urbano.
Viéndolo desde su punto de vista, estos “artistas sociales”, término que decidí emplear para referirme a los causantes del derroche de colores y figuras abstractas que rodean gran parte de los espacios públicos y privados de la ciudad, buscan el reconocimiento a su desconocimiento de las leyes de convivencia humana así como también a la calidad de sus composiciones.
Si bien tienen derecho a expresar su personalidad como mejor les parezca, no es justo que dañen el patrimonio privado, y más aún la poderosa inversión en publicidad exterior de los anunciantes, sin contar con los gastos de reposición a los cuales se ve comprometido el proveedor de los espacios publicitarios.
Considero que las alcaldías deberían tomar medidas para frenar esta ola de actos vandálicos y me parece que parte de la solución seria dotar de espacios en “blanco” para que estos artistas urbanos se expresen sin caer en la tentación, o necesidad, de afectar otros espacios ya que, a mi parecer, el derroche de talento y de ingenio que aplican en muchas de sus composiciones podría dejar de verse como “actos vandálicos” y pasar a ser reconocidos como arte en su máxima expresión.
El Che!
miércoles, febrero 13, 2008
Mercadeo vandálico involuntario
Publicadas por Diana a la/s 11:47 a. m.
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2 comentarios:
No se donde está el arte por que esos grafitis son horribles
Aparte de que escogiste la foto más "niche", el comentario es super "pajuo" en todo el sentido de la palabra y revela la total falta de información general de la persona que publicó esto. Debería existir una ley u ordeanza que impidiera el desproporcionado abuso de la publicidad. En Sao Paulo fue posible... Yo empezaría por el CCCT, le sigue el cubo negro y torre Xerox, Edificios del Centro, metro de Caracas (apesta, gracias pro convertilo en un rancho publicitas de Venezuela, se nota que no lo usan).
Que tranquila sería la ciudad sin tanta contaminación visual. Creo que estan tan contaminados en el coco que no se lo pueden imaginar.
*ODAJ*
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